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5 VENTAJAS DE TELETRABAJAR DESDE EL PUEBLO

El teletrabajo ya se ha vuelto algo normal. Hace nada, el porcentaje de la población activa que trabajaba en remoto era muy pequeño. Con la pandemia no hubo opción. El cambio suele ser duro. El aumento del número de personas que trabajan desde casa ya está empezando a mostrar impactos negativos. Según el World Economic Forum “las personas que trabajan desde casa se enfrentan a problemas de salud mental y bienestar, como la presión del cuidado de los niños y la conectividad digital”.


El cambio también puede ser muy gratificante. Trabajar en remoto trae oportunidades. Una de ellas es la libertad de elegir desde dónde trabajar. ¿Por qué me voy a quedar en mis cuatro paredes, si puedo explorar un estilo de vida diferente? Esta es una de las preguntas que se hacen muchas personas inquietas, amantes de la naturaleza que buscan un entorno más saludable.


Aquí os compartimos las 5 ventajas de teletrabajar desde un pueblo:

  • Menos Netflix y más Selffix: Netflix (por poner el ejemplo de la plataforma líder en entretenimiento virtual) pasó de 167 millones de usuarios en diciembre 2019 a 204 millones en diciembre 2020. Y con ello, 37 millones de personas pasaron de vivir su vida a vivir la vida de los personajes de la pantalla. Lxs Rooralistas en nuestras pasadas experiencias coinciden que cuando trabajan desde el pueblo, consumen mucho menos Netflix (y otras plataformas) de lo que consumen en sus casas. ¿Por qué? Porque prefieres disfrutar de la naturaleza de la cual estás rodeadx, hacer yoga viendo la puesta de sol o compartir con personas de la comunidad con inquietudes similares.

  • Menos Zoom y más presencia física: Con la llegada masiva del teletrabajo, las reuniones pasaron de un día para otro de lo presencial al formato virtual. Con este cambio abrupto, también apareció un nuevo fenómeno conocido como la fatiga de Zoom, una sensación de agotamiento y falta de energía tras un día de reuniones virtuales. No solo se usa el Zoom en el trabajo, también las relaciones personales pasan al modo virtual. En el pueblo, la fatiga de Zoom se reduce, porque cambia el entorno y con él también las prioridades: la naturaleza y el vermut están tan cerca, que es más fácil decir “basta de zoom (al menos por hoy)”.

  • Menos desplazamiento y más balance: Teletrabajar desde casa crea estrés porque no hay un cambio de escenario y la vida personal y laboral no se separa. Como consecuencia, acabas trabajando más de lo que trabajabas cuando ibas a la oficina. No solo eso, el sentido de pertenencia de los equipos también se ve negativamente afectado, porque tomarte un café virtual, simplemente no es lo mismo. Si eres de lxs que optan por el coworking para cambiar de escenario y ver a gente, ya conoces los costes económicos y de tiempo. En el pueblo, el coworking está a la vuelta de la esquina, lo que supone un claro ahorro de tiempo y reducción de estrés. Además también reduce el estrés que genera el tráfico en las grandes ciudades.

  • Menos contaminación acústica y más sueño: Bares, gritos, camiones de basura. El ruido está tan integrado en las ciudades, que no nos damos cuenta de sus impactos negativos. La OMS explica que el ruido "es uno de los principales riesgos tanto para la salud mental, como la física y el bienestar". Dormir es clave y “tanto el cerebro como los procesos metabólicos del organismo precisan de siete a ocho horas de sueño para reajustarse.” Cuando no se duerme bien, aparecen síntomas físicos y psíquicos como la subida del ritmo cardíaco, ansiedad o irritabilidad. En el pueblo, los decibelios bajan considerablemente permitiendo una buena dosis de sueño y aportando mejoras consistentes a nuestro bienestar. Eso sí, no esperes silencio absoluto: algún gallo o pájaro cantará :-)

  • Menos pastillas y más foco, productividad y creatividad: Son numerosos los estudios científicos que demuestran que estar en contacto con la naturaleza incrementa nuestro bienestar y nuestra salud. “Las personas estamos irremediablemente vinculadas a la naturaleza y este contacto es esencial para un desarrollo psicológico y físico a plenitud” (Edward O. Wilson). Sea observándola, respirándola o caminándola, la naturaleza nos sana la cabeza y el cuerpo, mejora nuestra memoria, aumenta nuestra atención e impulsa nuestra concentración. En el pueblo, el barrio de al lado es la naturaleza, por lo que los teletrabajadores rurales ven un salto en su motivación, productividad y bienestar.


Teletrabajadores se suman a la tarea de replantar una especie nativa de alubia en peligro de extinción.

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